Saludos amigos.
Os voy a poner la historia de mi primer amiguito psitácito... Se llamaba Hero, y era un macho. Llegó a mis manos con 23 días. Un criador de Linares (Jaén) fue el vendedor. Me lo regaló mi novia por San Valentín. Al principio, estaba muy asustado y las primeras veces para darle de comer, tenía que abrirle el pico a la fuerza... fue bastante complicado...
Este era él al llegar a mis manos:
Poco a poco fue creciendo. Cada 4 horas me despertaba por la noche, para ver si estaba bien. No quería que nada le ocurriera, incluso en el tiempo de desayuno del trabajo renunciaba y venía a casa para verle y darle su toma de media mañana.
Aprendió a imitar un silbido con el que le llamaba. Y cada vez que se lo hacía, me respondía avidamente y feliz de verme.
Un día, sin previo aviso, llegué a casa, lo cogí un poquito y tuve que irme. ëse fue el último rato que pude compartir con el... llegué de nuevo a las 2 horas y silbé. No había respuesta. El cielo se me nubló en la cabeza. Corrí a asubir las escaleras, directo a mi habitación y vi su fauna Box. Él estaba quieto, con los ojos cerrados. Intenté reanimarlo, lo intenté por todos los medios, llamé incansable a veterinarios, le di calor, le ofreci papilla... Nada. Con lágrimas en los ojos tuve que decirle adiós a mi pequeño. Nunca lo olvidaré.
Esta fue la última foto que le tomé:
Allí donde estés, enano, como cariñosamente te llamaba yo, espero que vueles mucho, y que hayas perfecionado nuestro silbido.. te quiero.
Os voy a poner la historia de mi primer amiguito psitácito... Se llamaba Hero, y era un macho. Llegó a mis manos con 23 días. Un criador de Linares (Jaén) fue el vendedor. Me lo regaló mi novia por San Valentín. Al principio, estaba muy asustado y las primeras veces para darle de comer, tenía que abrirle el pico a la fuerza... fue bastante complicado...
Este era él al llegar a mis manos:
Poco a poco fue creciendo. Cada 4 horas me despertaba por la noche, para ver si estaba bien. No quería que nada le ocurriera, incluso en el tiempo de desayuno del trabajo renunciaba y venía a casa para verle y darle su toma de media mañana.
Aprendió a imitar un silbido con el que le llamaba. Y cada vez que se lo hacía, me respondía avidamente y feliz de verme.
Un día, sin previo aviso, llegué a casa, lo cogí un poquito y tuve que irme. ëse fue el último rato que pude compartir con el... llegué de nuevo a las 2 horas y silbé. No había respuesta. El cielo se me nubló en la cabeza. Corrí a asubir las escaleras, directo a mi habitación y vi su fauna Box. Él estaba quieto, con los ojos cerrados. Intenté reanimarlo, lo intenté por todos los medios, llamé incansable a veterinarios, le di calor, le ofreci papilla... Nada. Con lágrimas en los ojos tuve que decirle adiós a mi pequeño. Nunca lo olvidaré.
Esta fue la última foto que le tomé:
Allí donde estés, enano, como cariñosamente te llamaba yo, espero que vueles mucho, y que hayas perfecionado nuestro silbido.. te quiero.